Abandono? ¿La hora de la prueba?
Hace un año pusimos a nuestro primer hijo Jeremy al kínder lo pusimos de 2 año y medio. Me recuerdo que lo llevamos con mi esposa a su primer día, sentíamos alegría al verlo con su uniforme y con su mochila con su comida, pero a la vez sentía una sensación de abandono. El niño parecía entusiasmado!! Mira cuántos niños y cuantos juguetes hay aquí comenzó a decirle su maestra… pero para nosotros como padres lo veíamos tan pequeño… tan indefenso, lo único que nos hacia quererlo dejar era necesito que crezca, necesito que comience a aprender, y es mas que se comience a independizar…
Por lo demás, pensábamos “y si algún niño más grande los golpea?”… y que tal si comienza a llorar? Que va a hacer?... o lo peor “si le duele algo y como no puede hablar todavía como le van a entender?...
Cuantas cosas se le puede ocurrir a un padre cuando tiene que dejar a sus hijitos crecer y experimentar solos.
Uno no puede dejar de ser padre o madre, siempre preocupados, pero acorde a la edad, uno debe saber que es beneficioso para todos darle el espacio que necesita.
Esto me trajo a la memoria un versículo en Isaías 54:7 que dice:
“por un breve momento te abandone, pero te recogeré con grandes misericordias”
Imagino a Dios, dejándome a prueba, en la escuela de la vida y diciéndome: luego te paso a buscar.
Uno, a veces piensa como niño de jardín: “porque si Dios es bueno, me deja aquí??!”
Justamente como El es bueno, te deja en situaciones para ponerte a prueba, para que CREZCAS, MADURES.
No para siempre son las pruebas. Hay gente que vive y dice que está pasando una y otra prueba… y cuando sale? Cuando disfrutan del fruto? Más que pruebas eso es tribulación!
Yo no creo que Dios sea así. El es Padre, sabe hasta cuándo puedes resistir y sabe cuando te debe recoger. A mi hijo lo mandamos al jardín solo por 4 horas diarias. Sé que podía llorar si no nos vía, pero sé que también va a aprender a jugar y compartir con otros.
Todo el mundo va a la escuela. La escuela de Dios está abierta, para que aprendamos a vivir y disfrutar.
El Padre Nuestro, no nos ha abandonado, aunque así parezca… El dice, te abandone ahí, por breve momento, pero te recogeré como un Padre levanta en brazos a su hijo cuando lo va a buscar a la escuela.
Mm.… cuanto amor! Rodeados de brazos y abrazos…
Abandono ¿La hora de la prueba? Qué tal si disfrutamos la prueba, el valle de sombra de muerte, puede ser caminado y hasta disfrutado, porque la esperanza dice, “te recogeré”… no como a cualquier cosa, sino con grandes misericordias. Con un Padre así, me es fácil esperar a que se cumpla mi hora de la prueba.
El orgullo de un Padre es ver a sus hijos capaces de crecer y experimentar y salir adelante con éxito.
Dios te bendiga y fortalezca en todas tus horas de este día que estás leyendo esto, y en toda clase de pruebas.